Aunque una de las características más fascinantes del beisbol es
que el tiempo no determina el juego, los accesorios con los que se practica han
tenido que evolucionar inevitablemente.
Idos son los días en que los peloteros vestían 'pijamas' en el
parque, guantes de 'ferroviarios', gorras que parecían sombreros o zapatos con
picos adaptados en lugar de los spikes que hoy conocemos. Hoy la modernidad ha
revolucionado también al Rey de los Deportes, y a nivel profesional cada
aspecto es cuidado a detalle para permitir un mejor rendimiento.
Vayamos por algunos pañuelos por aquello de la nostalgia y
hagamos un viaje para descubrir cómo han lucido cronológicamente estos
inseparables compañeros, implorando en el trayecto que sean sólo ellos los que
evolucionen de la 'prehistoria', pero la esencia del juego se mantenga intacta.
GUANTES
Corrían los 1870's cuando los jugadores comenzaron a utilizar
guantes para protegerse, pero ha sido una larga historia llegar a los que
actualmente conocemos. En un principio la idea no era del todo aceptada, pues
se asumía que los hombres no debían vestir guantes; sin embargo, al surgir los
primeros eran pedazos de cuero cubriendo la palma y parte de los dedos, al
estilo ferroviario, y una vez que fueron aceptados la forma derivó en algo más
parecido a los de cocina.
Hacia 1920 se adaptó una especie de red a la manopla
(que se hizo más profunda posteriormente) y hoy, a casi 150 años, los guantes
son esenciales e incluso hay un modelo adecuado para cada posición.
Las 108 costuras no siempre han sido el distintivo de las
pelotas, en el Siglo 19, allá por los 1850's, éstas ni siquiera eran blancas,
estaban hechas de restos de gomas de zapatos viejos y
cubiertas en cuero, e incluso tenían una circunferencia variable (de unas seis
pulgadas) dependiendo de quien la fabricara (los propios peloteros).
No fue hasta pasando 1910 que se
emplearon en blanco y comenzó a utilizarse corcho en el centro... para nuestra
decepción en los primeros años si una era conectada a las gradas los
aficionados no podían quedarse con ellas y tenían que ser devueltas para seguir
usándolas en el juego. Así que son toda una reliquia.
BATES
Los antecesores del madero actual eran mucho más pesados, tenían
un mango más grueso y cierta conicidad, se les llegaban a pintar una
especie de anillos en el mango con el color del equipo. Además, no había una
medida oficial, pero una predecesora fue de 30 a 40 pulgadas de longitud y unas
49 onzas de peso (alrededor de un kilo 300 gramos). Al principio los jugadores
podían experimentar libremente en tamaño y materiales, pero para finales del
Siglo 19 la norma se estableció en 42 pulgadas, longitud que sigue siendo un
estándar hoy en día.
En cuanto a materiales la madera siempre ha sido el principal,
siendo arce, nogal y bambú algunas de las variedades más populares. Ok, también
existen los de aluminio, pero esos no son empleados en el beisbol profesional.
¿Aún no lagrimean?
Los tres incondicionales de arriba tienen su historia que vale la pena profundizar más adelante. Pero si aquellos 'fósiles' nos sorprenden, llevemos la experiencia al extremo y veamos cómo lucía el resto de accesorios, algunos hoy imprescindibles, ya sea por protección o por tradición.
Olvídense de las New Era, nada más 'in' que un sombrero beisbolero o las gorras antiguas que todavía llegan a usar los equipos en los 'turn back the clock' days
Éste era el aspecto clásico de un pelotero del Siglo 19, una indumentaria similar a la del cricket:
Qué va de estos zapatos que se comenzaron a usar a finales de los 1860's...
A los actuales spikes...
CASCOS
Antes de 1900 los bateadores no empleaban casco, fue hasta
1905 que llegó el primer prototipo estilo 'goofy', similar al utilizado en el
box. Aunque seguía sin ser un requisito,
un golpe a la estrella de antaño Roger Bresnahan en 1907 marcó un antes y después,
ya que éste podía volver a jugar pero tenía que estar protegido, por lo que usaría
casco.
Sin embargo, siguió siendo una excepción y 13 años más tarde,
con la desafortunada muerte de Ray Chapman al ser golpeado en la cabeza, se
comenzaron a gestar las primeras intenciones de brindar protección a los
bateadores (también influyó en que la bola fuera blanca). Sería hasta 1937, cuando el mítico receptor Mickey Cochrane sufrió
fractura de cráneo, que se tomó en serio la propuesta, y vendrían experimentos
como el 'Polo Helmet'.
Desde 1939 comenzaron a usarse esporádicamente y en 1941
fue adoptado finalmente el uso (hechos de plástico y cosidos) por una liga, ¿el
primer equipo conocido en usarlos? Los Dodgers, y les seguirían los Senadores,
los Gigantes... Para 1956 ya era una regla en la Liga Nacional y el resto es un ir
y venir de 'ensayos y errores', golpes y lesiones hasta llegar a un prototipo
que protegiera mejor a los bateadores.
La protección para los catchers (umpires incluidos) es hoy una prioridad debido a que son quienes están más expuestos a recibir pelotazos en zonas peligrosas como el rostro, garganta o pecho. De ahí que la evolución de los accesorios para receptores sea más 'adaptativa' que estética:
El beisbol siempre ha combinado su magnificencia con una estética inigualable en ningún otro deporte y también se admira en los detalles, como los calcetines o cinturones, infaltables todavía.
Hasta aquí llega nuestra reminiscencia beisbolera y es hora de volver a nuestra era, inevitablemente seducida por las repeticiones instantáneas y la fabricación industrial de los instrumentos. Quizás nunca volverá aquel beisbol 'primitivo' que permitió llegar a este eslabón, pero al menos la tecnología sirve para conservar su rastro y poder esparcirlo como insignia de la identidad del Rey de los Deportes; bueno, también la tecnología puede servir para destrozar la esencia del juego, pero esa es cronología aparte...
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